
2019
“Cuando la niña regresó, algunas horas después, llevaba una bandeja con una taza de té fragante humeante; y un plato lleno de tostadas con mantequilla muy caliente, cortadas gruesas, muy marrones en ambos lados, con la mantequilla corriendo por los agujeros en grandes gotas doradas, como la miel del panal. El olor de esa tostada con mantequilla simplemente habló con Toad; y sin voz incierta, hablamos de cocinas cálidas, de desayunos en las mañanas brillantes y heladas, de acogedoras chimeneas de salón en las noches de invierno, cuando terminaba el divagar y los pies resbaladizos se apoyaban en el guardabarros, del ronroneo de los gatos contentos y el gorjeo de los canarios somnolientos“.
― Kenneth Grahame, The Wind in the Willows