
La poesía tiene el poder de elevar las cosas pequeñas de la vida hasta darles un significado brillante. El amor también hace esto. En ambos estados, los objetos simples pueden asumir un gran valor al lograr dar un sentido profundo a los sentimientos complejos.
Un ritual diario, como hacer té, es similar a beber un té exótico cuando estás enamorado, como vemos aquí en este entrañable poema de la poetisa británica Carol Ann Duffy.
Té
Carol Ann Duffy
Me gusta servir tu té, alzar
la tetera pesada e inclinarla,
para que el líquido fragante fluya en la taza de porcelana.
O cuando estás fuera, o en el trabajo,
Me gusta pensar en tus manos ahuecadas mientras bebes,
Y en la casi leve sonrisa de tus labios.
Me gustan las preguntas, ¿Azúcar? ¿Leche?
Y las respuestas que no sé de memoria, todavía,
porque veo tu alma en tus ojos, y me olvido.
Jazmín, Pólvora*, Assam, Earl Grey, Ceilán,
Me encantan los nombres de té.
¿Cuál te gustaría? Yo digo…
Pero es cualquier té para ti, por favor, a cualquier hora del día.
Mientras las mujeres cosechan en las laderas
Recogiendo las hojas más dulces en el monte Wu-Yi,
yo soy tu amante, enamorada, sirviendo tu té.


* Con el nombre de Pólvora, en ingles gunpowder se conoce a una variedad de té verde cultivado en la provincia china de Zhejiang y llamado así por su parecido visual a la pólvora, ya que al recolectarse las hojas son enrolladas en forma de bolitas para mantener mejor sus propiedades.