Importante es saber que los enemigos naturales del té son la humedad, el aire y la luz.

Siempre es mejor transferir té suelto y bolsitas de té de un recipiente de cartón o papel a un recipiente hermético. Las latas con tapas bien ajustadas son las mejores, ya que evitarán otros olores y humedad.

Los frascos de vidrio en estantes abiertos no son ideales para el almacenamiento porque la luz puede dañar las hojas y afectar negativamente la calidad. Sin embargo, los frascos de vidrio se pueden almacenar en armarios oscuros lejos de la luz.

Con la excepción del matcha japonés, la mayoría de los tés no deben guardarse en el refrigerador.

Especial cuidado de almacenamiento se requiere para los tés aromatizados, pues los aromatizantes añadidos pueden ser muy potentes, y los aromas pueden transferirse de té en té si estos se almacenan uno cerca del otro. Lapsang souchong y la menta pueden influir fácilmente en los tés vecinos si no se almacenan correctamente.

Bien almacenados, la mayoría de los tés tienen una vida útil de 10 a 12 meses. Entonces, si compró una lata de té como recuerdo de Harrods en Londres hace 10 años, arroje el té en su jardín, pero guarde el recipiente decorativo como un recordatorio de una tarde bien aprovechada.

Consejos de Almacenamiento

☕ Coloque todos los tés en recipientes herméticos, tales como latas.

☕ Almacene los envases lejos de la luz y la humedad.

☕ Con la excepción de algunos tés verdes, el té no debe refrigerarse.

☕ Mantenga los tés aromáticos aparte de los tés sin sabor.

☕ Etiquete el recipiente con la fecha en que se compró el té.

☕ Compre té en pequeñas cantidades para consumo rápido.

☕ Use una cuchara de té o una cuchara dosificadora que esté completamente seca cuando prepare té en tetera.

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