Hoy vine a la Aldea de Near Sawrey, un hermoso valle de la campiña inglesa dibujado con suaves colinas, lagos, cabañas y casas de piedra, a conocer el refugio de escritura de Beatrix.

Para llegar a su casa en Hill Top,  me remonto por angostos y empedrados caminos rodeados por una abundante y verde vegetación. Avanzando un par de metros, llego hasta la pequeña reja de madera que separa un mundo del exterior.

Puedo ver la antigua casa  de piedra con vigas verdes y marcos blancos en sus ventanas. Al igual que las otras viviendas del pueblo, está cercada por muros de piedra y setos que no superan el metro de altura, lo que permite ver los coloridos jardines del interior.

Al traspasar la entrada, me recibe un dulce e intenso aroma a petunias, rosas y jazmines, que me acompañan por aquella estrecha senda que pronto se abre en un gran porche, desde donde se contempla  la estupenda y amplia fachada de estilo siglo XVII.

En la parte alta, encantadoras y acrobáticas glicinias blancas cuelgan dando un aspecto más campestre al lugar.

La puerta es gris y está circundada por un pequeño vestíbulo coronado con un techo adornado con enredaderas.

Junto a ella, un rústico banco de madera ya envejecido por los años, donde me imagino a Beatrix con un boceto entre sus manos, escudriñando cada escondrijo del jardín para ver aparecer a su amigo el Conejo Pedro, a su amiga la Ardilla Nogalina o al pequeño Gato Tomás. No es difícil imaginarlos colándose en el jardín y correteando por los rincones.

La casa es un mundo, el mundo de estos fantásticos animalitos, el mundo de  Beatrix Potter, que aunque no esté, siento su generoso espíritu en el aire, el que nos ha legado la magia no sólo de maravillosos relatos, sino también hermosos retratos de singulares y divertidos  personajes para nuestro deleite. Simplemente encantador.

Autora: Ella Beatriz.

Fotos varias de: websites tourism and https://cathy-morningmusings.blogspot.com/